El cooperativismo, con sus raíces profundas en los principios de solidaridad, equidad y democracia, ha sido una fuerza transformadora a nivel global desde sus primeros días en el siglo XIX. Nacido de la necesidad de los trabajadores y agricultores de unirse frente a las adversidades económicas y sociales, el movimiento cooperativo ha evolucionado hasta convertirse en un pilar fundamental para el desarrollo sostenible y la inclusión social en todo el mundo.